La Belén uruguaya
Aunque la Belén más famosa y conocida es la que se encuentra en la zona tan conflictiva del Medio Oriente --la localidad bíblica, que está desde hace unos años bajo responsabilidad de la Autoridad Palestina en asuntos civiles, seguridad interna y orden público, fruto de un acuerdo provisional entre el Estado de Israel y la mencionada organización--, en América del Sur se halla la tan singular Belém do Pará, capital del estado de Pará en Brasil, conocida como la Metrópolis de la Amazonia.
Por Eduardo Segredo Polero*
Sin embargo, podemos decir que en nuestro país también tenemos una Belén.
Por eso, en la nota de este mes queremos referirnos a ella pero desde una óptica que apunta como tema central a la historia que le ha tocado vivir en su larga y poco conocida vida.
El Bicentenario
Con el comienzo del año 2012 han culminado definitivamente las celebraciones por el Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental, que se celebró en Uruguay y que conmemoró los hechos históricos del año 1811 que condujeron a la libertad del pueblo de la Banda Oriental.
Atardecer en Puerto de Belén
Durante el año pasado se realizaron distintas celebraciones a lo largo y ancho del territorio, pero sobre todo en la capital y el sur. En el norte, como parte de los festejos y conmemoraciones se llevaron a cabo distintas charlas, conferencias, disertaciones, exposiciones de diversos autores, historiadores, docentes e investigadores sobre los hechos acaecidos hace más doscientos años por estos lares. Estas fueron organizadas por distintas organizaciones del medio, como por ejemplo el ciclo realizado por la Comisión Honoraria del Patrimonio Histórico de Salto. Estas actividades nos llevaron a conocer acontecimientos de los que nunca habíamos oído y menos estudiado en nuestro pasaje por la escuela, el liceo o aun en la Universidad de la República. De ahí el asombro que nos invadió sobremanera, quizás porque la historia de nuestro país fue escrita muchas veces desde Montevideo, con una óptica propia de un centralismo excesivo que aún en muchos aspectos se sigue dando y a partir de ello con una visión parcial y desconociendo la realidad que acontecía y acontece en el resto del territorio uruguayo.
El norte
Como hemos dicho en otras oportunidades, en este norte perdido también han sucedido en el pasado y aún suceden cosas que quizás pasen inadvertidas para la mayoría de los ciudadanos de este país.
Es así que el poblado más antiguo del norte del Uruguay y ahora Municipio de Belén, a escasos 90 kilómetros al norte de la capital salteña, cumplió ya sus primeros 210 años de existencia, a partir de su fundación el 14 de marzo de 1801. Ubicada a aproximados 40 kilómetros de Termas del Arapey y sobre las costas del lago de Salto Grande, posee características demográficas, geográficas, naturales, históricas y culturales muy singulares. También se dice que Nuestra Señora de Belén es santa, poniéndola bajo el patrocinio de la Santísima Virgen María; mártir, porque fue incendiada tres veces, y libertadora, porque el Grito de Belén fue anterior al de Asencio. Allí se encuentran los vestigios de las trincheras originales según las leyes de Indias y estatuillas misioneras de San Ignacio y San Antonio.
Grito de Belén
En una de las tantas disertaciones a las que hacíamos referencia anteriormente, escuchamos el relato, muy interesante por cierto, de la docente e historiadora salteña profesora Ofelia Piegas, quien hace ya varios años --pero sobre todo el pasado, a partir de las celebraciones ya consignadas- viene sosteniendo la teoría de que el primer grito de emancipación de nuestro país, al contrario de lo que dice la llamada Historia oficial, fue dado en la localidad de Belén.
Como es sabido, la educación formal uruguaya otorga al Grito de Asencio --o la Admirable Alarma-- el hecho de emprender las primeras acciones revolucionarias contra las autoridades realistas españolas de Montevideo, adhiriendo a la Junta de Buenos Aires.
Dicha investigadora, luego de un exhaustivo trabajo, logra encontrar documentación como para comprender que lo enseñado respecto a este tema no sería acertado, y que la primera manifestación de independencia fue en Belén, un año antes que lo ocurrido en Asencio. "Hay varios temas aquí --comenzó diciendo la historiadora-- que están involucrados en este despertar histórico del norte de nuestro país, que fue siempre la hermana pobre a su vez de la Banda Oriental. Lo que podemos decir es que ese abandono de la Banda Oriental es por carecer de las famosas riquezas que ambicionaba extraer el imperio español de América”.
Bartolomé Mitre, enjundioso historiador argentino, del que no puede decirse tener un interés especial por nuestra historia, afirma en su obra “Historia de Belgrano”, en la página 411, lo siguiente: “Al mismo tiempo que el armamento naval de la Junta era deshecho en las aguas del Paraná, una parte de la Banda Oriental se insurreccionaba espontáneamente, levantando la bandera de la revolución”. Artigas estableció allí su cuartel general para detener el avance portugués. “La miserable población de Belén fue la primera en dar el grito de insurrección, inspirada por su Jefe Militar, Teniente de Milicias Don Francisco Reduello”.
En la página 595, en nota puesta al pie de su biografiado, después de aludir a la posesión de la Capilla de Mercedes y del pueblo de Soriano, ratificando esta información, estampa estas explícitas palabras: “Mucho antes de esto (mucho antes de Mercedes y Soriano) ya se habían puesto a las órdenes de la Junta el pueblo y guarnición de Belén, en donde puede decirse con propiedad tuvo origen la Revolución Oriental. Los documentos que comprueban el pronunciamiento anterior de Belén se hallan en el Archivo General”. Tal lo que dice Mitre, se desprende que Belén ostenta la paternidad del movimiento que nos había de legar la Patria.
Por último sostiene: “No se trata de afirmar polémicamente quién fue el primero en dar el Grito de Libertad en la Banda Oriental, sí el de reconocer el esfuerzo de aquellos que aunque alejados de los lugares protagónicos de la Emancipación, tuvieron el coraje, en su soledad, de pronunciarse por ella, allá, perdidos en medio de la nada. Ese es su mérito y así nos proponemos declararlo”.
Donde se habría dado el primer grito de emancipación oriental es en nuestra Belén.
Hasta la próxima.
*publicado en revista Shop News, febrero 2012
L/D
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