ANTEL Arena y el Centro de Convenciones de Punta del Este. La infraestructura necesaria para el despegue del sector
Dos importantes noticias se han generado el año 2014. Ambas conciernen a las sedes donde realizar reuniones. Son, naturalmente,novedades inicialmente muy positivas. Ahora bien, necesario crecimiento del sector de Congresos, Ferias y Exposiciones, requiere el desarrollo de infraestructura, pero no se limita a ella. Los peligros inherentes a esas inversiones comenzarán a tratarse en este artículo.
por Sergio Camporeale
La creación de Centros de Convenciones, o, digamos mejor, de lugares cerrados para realizar grandes reuniones pues el ARENA tiene proyectado un destino multi-modal, se presenta muchas veces para el inversor como el dilema del huevo o la gallina. Unos dicen que si no existe “demanda” la inversión es demasiado riesgosa, pero, responden otros, si no hay buena infraestructura tampoco se pueden captar eventos importantes.
Que el negocio no está asegurado para el inversor y para el país, lo demuestran los intentos fallidos en las licitaciones (más allá de errores cometidos y asumidos) de nuestro principal balneario. Finalmente el Estado, vía Intendencia de Maldonado y MEF, debió asumir la inversión y licitar la gestión.
El caso de ANTEL, empresa de comunicaciones, rodó por otros carriles, que pueden ser cuestionados (¿correspondía a ANTEL hacerlo?) pero de hecho más expeditivos.
El “mercado”, léase la inversión privada, no generó el salto en infraestructura y en ambos casos el Estado decidió intervenir.
Sólo el futuro dará en este caso razón a la visión libre-empresista o a sus detractores.
El hecho es que en los próximos dos años tendremos lo que nunca tuvimos: un Centro de Convenciones y Predio Ferial en Punta del Este, un lugar para realización de eventos en la capital.
Beneficios para los organizadores y operadores privados con riesgos para el inversor
Para cualquiera institución que aspire a realizar una reunión internacional en Uruguay, con los beneficios que conlleva para ella, sus miembros y el país, es un aliciente. Para quienes estamos vinculados a este negocio, en general debería ser lo mismo. La apuesta es a que “la torta” se agrande, aunque el pedazo correspondiente a cada uno se repartirá siempre de manera diferente.
Ahora bien, para el inversor, la clave estará siempre en la promoción y venta, pues no estamos hablando de una nueva
tecnología, que, al solucionar un tema hasta ahora irresoluble, tendría demanda sin buscarla. Hablamos de dos opciones que se suman a las existentes y que competirán con ellas en ciertos casos, a la par que permitirán o al menos facilitarán, la postulación en eventos de más de 2000 congresistas o en el caso de ferias, que requieren un Parque Ferial acorde.
El mercado de eventos internacionales, que es el clave para justificar la inversión, es altamente competitivo. Allí nadie regala nada y no hay que soñar con importantes resultados en el corto plazo (ver entrevista al Lic. Nardone).
Más aún, en el caso de las ferias la “masa crítica” de nuestro pequeño país es un hándicap notable. Tenemos otros, como la conectividad felizmente reforzada con Europa recientemente, pero cara a nivel regional. Las contras, no serían impedimentos pues no hay sedes perfectas. Al inicio tendríamos a favor “modernidad”, dado que serán Centros de última generación. Los eventos científicos en muchos casos rotan, tanto Punta del Este como Montevideo tienen atractivos, tenemos devolución del IVA, podemos competir.
En el caso del Centro de Convenciones de Punta del Este, la presencia de Nardone en la empresa que ganó la licitación es una garantía de gestión seria y de un capital de contactos excepcional.
Pero debemos asumir que el trabajo es muy difícil y nuestros antecedentes como captadores de Congresos no son los mejores pues nunca hemos resuelto bien la creación de la principal herramienta, que, siempre siguiendo a nuestro principal referente el antes citado Nardone, es el Buró de Convenciones. Actualmente los burós son instrumentos de ciudades, que pueden estar coordinados por el Ministerio de Turismo, pero que pelean directamente por la “suya”, con fuerza que ello conlleva.
Nuestros antecedentes no son los mejores.
Con Benito Stern como Ministro de Turismo, en el período 1995-2000, se creó un buró nacional. El coordinador nombrado era como él, puntaesteño, del sector inmobiliario y vinculado a la política. Varios privados acompañamos la iniciativa, trabajamos intensamente, hasta que todo quedó en la nada…
Luego se creó bajo el ámbito privado y por supuesto también apoyamos, el buró de Montevideo. Con mucha presencia de hoteleros, se había creado la tasa por habitación (era un dólar por habitación ocupada por noche que pagaba el huésped) que terminaba sumando una fortuna. Problemas y divisiones internas dejaron solo al Radisson sosteniéndolo.
En Punta del Este nunca se concretó. Citamos sólo los destinos turísticos implicados por los nuevos proyectos, pero la carencia podría extenderse a Colonia.
Con éstos antecedentes es claro que hay un retraso sustancial en la creación del organismo idóneo, para captar eventos internacionales y dar ocupación a la infraestructura creada. Recordemos que los eventos se captan 2,3 o 5 años antes de realizarse…
No es que no haya avances. El MINTURD, creó el S.O.S y lo dotó de ciertos recursos, que al no haber sido utilizados totalmente ¡increíble! , vuelven a Rentas Generales y convierten en inviable solicitar un mayor monto a Economía al año siguiente.
Hoy hay movimientos. Seguramente en el caso de Punta del Este, los administradores del Centro de Convenciones, promoverán la creación del buró. En Montevideo la IMM y el Conglomerado Turístico han definido su organización como prioritaria. Seguiremos esperando en ambos casos su concreción.
No queremos ignorar los esfuerzos públicos y privados realizados. Por ejemplo la presencia del MINTURD en muchas Ferias. Tampoco las dificultades que encontramos, en la escasa magnitud de nuestros negocios, algunos privados para participar en ellas.
Pero está claro que el desafío creció en su magnitud, pues Juan Pueblo definió hacer una apuesta por el sector de reuniones.
Los beneficiarios no parecemos despertarnos, seguimos esperando que caiga una solución mágica.
La experiencia existe, se trata de asumir nuestros errores y ¡actuar!
publicado en www.zonaeventos.com
L/D
www.cipetur.com