Lunes, 10 Noviembre 2025

Viajar para encontrarse: destinos que invitan a la calma y al sentido

Hay viajes que recorren kilómetros y otros que recorren interioridades. En tiempos de velocidad permanente, notificaciones constantes y agendas que apenas dejan espacio para respirar, una parte creciente de los viajeros —tanto internos como internacionales— busca experiencias que permitan detener el ritmo y reencontrarse con lo esencial. Este movimiento, aún silencioso pero firme, se manifiesta en el interés por el bienestar, el turismo lento y el turismo del silencio.

Por Jacobo Malowany para CIPETUR

Para quienes diseñan destinos y experiencias, aparece un desafío y una oportunidad: cómo recibir a estos viajeros conscientes. No se trata solo de ofrecer actividades, sino de construir ambientes donde la presencia, la calma y la autenticidad encuentren espacio real.

Un cambio en la manera de viajar

El turismo basado en listas de lugares “imperdibles” comienza a ceder lugar a una búsqueda más íntima: estar, sentir, observar. Viajar deja de ser una colección de fotografías y se convierte en un modo de habitar un territorio con atención y respeto.

Quienes buscan este tipo de experiencias suelen valorar:

  • Ritmos pausados.
  • Encuentros genuinos con la gente del lugar.
  • Caminatas en silencio.
  • Espacios sin pantallas.
  • Sabores preparados sin apuro.
  • La posibilidad de pensar con más claridad.
  • Son viajeros que desean participar, no solo ver.
  • La escucha como puerta de entrada

El escritor y sacerdote español Pablo d’Ors, creador de Amigos del Silencio y autor de Biografía del silencio, plantea que la humanidad atraviesa un cambio profundo: del predominio absoluto de la razón a una apertura hacia la conciencia, entendida como una experiencia integral que incluye cuerpo, emoción y espíritu.

Para d’Ors, el silencio no es ausencia, sino presencia plena: un lugar donde la percepción se despierta y la vida interior se expresa. Frente a la sobreestimulación cotidiana, el silencio opera como una forma de cuidado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la contaminación sonora afecta directamente el descanso, el corazón y la estabilidad emocional. Garantizar espacios de calma no es una tendencia turística, sino una decisión de salud pública.

 

Turismo del silencio: prácticas y modos

Los destinos que trabajan con esta sensibilidad no apuestan a la espectacularidad, sino al detalle y la atmósfera. Algunas experiencias comunes incluyen:

  • Retiros de meditación y atención plena.
  • Caminatas silenciosas en bosques, playas o campos.
  • Baños de bosque (shinrin-yoku).
  • Fogones sin conversación, solo escucha del entorno.
  • Talleres de oficios donde las manos guían el pensamiento.
  • Espacios gastronómicos donde se come sin pantallas ni prisa.
  • El objetivo no es “llenar el tiempo”, sino crear tiempo interior.
  • Diseñar destinos para viajeros conscientes

Desde mi trabajo en talleres para la creación de destinos turísticos, uno de los ejes centrales es cómo atraer y recibir viajeros que valoren esta sensibilidad. La clave no está en sumar actividades, sino en cuidar las condiciones que permiten la experiencia: el silencio, la lentitud, la hospitalidad atenta, la identidad del lugar.

Cinco criterios para pensar estos destinos:

  • Identidad viva
  • Historias, paisajes, oficios y memorias que no se fuerzan ni se simplifican.
  • Hospitalidad consciente
  • Recibir sin imponer, acompañar sin conducir.
  • Espacios que invitan a estar
  • Bancos bajo árboles, senderos sin señalética invasiva, lugares para mirar el horizonte.
  • Relatos que no se venden, se comparten
  • La comunicación invita, no presiona.
  • Cuidado del clima humano
  • Lo que se protege se vuelve valioso.

Cómo trabajamos en el taller

El taller propone un proceso en tres momentos:

  • Explorar la identidad del territorio
  • ¿Qué lo hace único? ¿Qué se desea cuidar?
  • Diseñar experiencias lentas
  • Caminatas, encuentros, fogones, cocina compartida, silencios con sentido.
  • Construir una narrativa auténtica
  • Palabras que expresan y no adornan, imágenes que muestran y no exageran.
  • El objetivo no es replicar modelos, sino acompañar a cada comunidad a descubrir su propia forma de recibir.

Bibliografía y referencias recomendadas

¾    Pablo d’Ors, Biografía del silencio (Galaxia Gutenberg).

¾    Jon Kabat-Zinn, Vivir con plenitud las crisis (Kairós).

¾    Thich Nhat Hanh, La paz está en cada paso (Paidós).

¾    Qing Li, Shinrin-Yoku: The Art and Science of Forest Bathing.

¾    OMS, Informes sobre ruido y salud pública.

Acercarse a crear estos talleres es comenzar un destino turístico de poca inversión.

Un destino se transforma en experiencia cuando permite que quien llega encuentre algo que resuena con su interior. En tiempos de exceso, ofrecer calma es ofrecer valor. Y el silencio, bien acompañado, abre caminos hacia lo que verdaderamente importa.

Jacobo Malowany: Facilitador de destinos y desarrollos turísticos.

IMG_3180_ccce2.JPG