¿Te animas a contar lo que otros solo viven?

Hay quienes recorren el mundo en silencio. Y hay quienes lo caminan con palabras.
Tú, que ya empezaste a compartir tus viajes, que sientes algo cuando describes un rincón escondido, un sabor nuevo o un paisaje que nadie más miró igual… ¿te diste cuenta de que ahí hay una oportunidad?
Por Jacobo Malowany para CIPETUR
Tu forma de contar puede ser el inicio del viaje de otra persona.
Y eso, aunque parezca sencillo, es poderoso.
Comunicar turismo no es solo mostrar un lugar. Es despertar una emoción.
No importa si escribes desde un pueblo de 500 habitantes o desde la ciudad más visitada del mundo. Lo que importa es que puedas responderte:
¿Qué hace único a lo que estás viendo? ¿Qué sentiste tú? ¿Qué podría sentir alguien más si estuviera ahí?
Contar no es lo mismo que emocionar.
Y eso se puede aprender.
¿Quieres algunas ideas para empezar a practicar?
Escuchar para crear algo que importe
Lee los comentarios que te dejan. Escucha lo que tu comunidad te pregunta. Ahí está la guía para tu próximo contenido.
Ejemplo: alguien busca “un lugar tranquilo para reconectar”. ¿Y si en lugar de darle solo un nombre, le compartes cómo ese lugar te ayudó a reencontrarte contigo?
Escribir desde lo que te pasa, no desde lo que se espera
¿Alguna vez un amanecer te hizo llorar? ¿Una comida te llevó a un recuerdo de infancia? Eso es lo que genera conexión.
Los datos se encuentran en cualquier lado. Las emociones solo se encuentran en quien las vivió. Y tú eres esa persona.
Preguntar como quien quiere descubrir, no solo informar
A un guía turístico no le preguntes "¿Qué lugares recomienda?", sino “¿Cuál es el rincón que visitas cuando quieres estar en silencio?”.
La diferencia está en lo que sucede después: historias más personales, más profundas, más tuyas.
Elegir palabras que hagan viajar sin necesidad de moverse
No digas "una vista increíble". Di "la brisa olía a sal y a eucalipto, y el sol pintaba de dorado los techos de las casas bajas".
Transporta con las palabras. Haz que quien te lea sienta que está ahí contigo.
Celebrar la cultura sin maquillarla
Si visitas un pueblo y te reciben con un saludo en lengua originaria, inclúyelo. No hace falta explicarlo todo. Basta con integrarlo con respeto y contexto.
El turismo auténtico no necesita traducción. Solo necesita sensibilidad.
Y ahora, ¿te animas a ser más que un viajero?
Comienza a crear relatos que inviten, no que impongan.
Historias que enciendan el deseo de descubrir, de probar, de vivir.
Porque en un mundo lleno de filtros, tu voz puede ser ese hilo que conecta personas con lugares reales.
Y si no sabes por dónde empezar, estoy para ayudarte.
Puedo acompañarte a encontrar tu estilo, tu tono, tu camino.
Porque tu voz tiene un lugar en el turismo.
Solo falta que empieces a usarla.
¿Te pasa algo cuando cuentas tus viajes? ¿Te cuesta más comenzar o mantener la constancia?
✍️ Cuéntamelo en los comentarios. La conversación empieza contigo.