Las bodegas se reinventan después de la pandemia
El sector de las bodegas no le escapó a la coyuntura ocasionada por el Covid-19, tal es el caso de la Bodega Varela Zarranz que a pesar de las restricciones de las visitas tuvo su racha en lo climático, la cual le permitió tener una muy buena cosecha.
por Daniel Valiñas
Victoria Leira de la Bodega Varela Zarranz manifestó que desde el 15 de marzo la bodega tuvo un parate debido a la situación de emergencia, en donde se canceló la fiesta de la vendimia que tenía programada la bodega para esa fecha, hasta el mes de julio cuando se retornó con los protocolos establecidos. No obstante las ventas de vino a particulares por whatsap, principalmente de vinos de mesa le permitió a la bodega repuntar, haciendo el reperfilamiento de lo turístico hacia el mercado interno con más calidad y adaptadas a las medidas sanitarias.
Según el protocolo establecido en “los caminos del vino”, la alianza de las bodegas turísticas para revitalizar el sector, se establece el uso de tapabocas, alcohol en gel, alfombras sanitizantes y la correspondiente separación, como la disminución en la capacidad locativa.-
En lo que tiene que ver con la cosecha ha sido muy buena, con un año muy seco para las uvas con buena fermentación. Sin lanzamientos para este año, salvo el Open Cellar que es un tannat de la línea Premium y el topacio que es un blanco dulce natural de cosecha tardía.
La bodega en si
En 1888 Diego Pons que fue político, senador y ministro se dedicó a impulsar de la vitivinicultura compra el predio para hacer la bodega, el cual se ubica sobre la Ruta 74 en la localidad de Suárez. En 1944 la vende a Ramón y Antonio Varela para realizar sus vinos bajo la cooperativa Vitivinicultores Unidos Del Uruguay (VUDU) para vender sus vinos.
Su gran fuerte son los vinos de mesa con tres millones de litros al año, pero hace 20 años se vuelcan a la producción de vinos finos con uvas seleccionadas de manera cuidadosa, almacenados en barricas y espumosos.
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