Miércoles, 11 Julio 2018

Historia de un rito con fuego, “la Queimada gallega”

El ritual de la Queimada y su conjuro, es uno de los pocos ritos que aún se mantiene vivo cuando se realizan reuniones sociales y celebraciones en la comunidad gallega, esté donde estén sus integrantes, como aún ocurre en Montevideo cada año.

por Ma. Elisa Fernández Delgado

Tal es el caso de la cena ofrecida en Casa de Galicia a sus invitados, entre ellos, quien escribe este artículo.

Antecedentes históricos de la Queimada gallega
La Queimada es una sagrada práctica pagana, cuyo origen se remonta a las culturas ancestrales  castreñas, pues se dice que fueron los celtas quienes dejaron su herencia en la cultura gallega, al no utilizar la escritura, se puede observar en los petroglifos que se encuentra en abundancia en el territorio de Galicia. Uno de los símbolos más recurrentes hallados, son los que tienen forma de espiral el Trisquel, figura de tres cabezas que dibuja una especie de cruz.

Las interpretaciones de parte de los historiadores, sobre este tipo de simbología y los rituales heredados por las comunidades son diversas, pero el Trisquel  (ver figura adj.) representa para la mayoría a los tres elementos  básicos que requiere una persona para la vida: la tierra, el agua y el fuego. Son  también los elementos que recoge una Queimada. Con el devenir del tiempo, se incorporan a la vida nuevos productos y también se sumarán a la queimada algunos de ellos, como ser los frutos de la tierra: el limón o naranja, café, manzana, uvas…  su uso depende de cada lugar en  donde se haga el brebaje.

El ritual de la Queimada busca la purificación del cuerpo y la salvación del alma, mientras se revuelve constantemente su mezcla supone que espantará a los malos espíritus para atraer a los buenos…  en realidad el ritual lleva consigo de manera intrínseca la fusión de los tres elementos señalados anteriormente, pues sin su existencia no se podría existir, por esto se dice que son mágicos y se los simboliza a cada uno, de la manera siguiente:
La tierra, está presente a través del  recipiente de barro; señala el origen y destino del hombre que está incluido en todas las culturas. La tierra simboliza a las diosas madres, Gea, Isthar o Pachamama o como ocurre en el mito judeo - cristiano  “a partir de un trozo de barro, hizo al hombre a su imagen y semejanza”.
El agua, presente en el aguardiente debe revolverse constantemente en el recipiente hasta fundirse con la tierra, durante este proceso el alcohol se evapora. Cada gota de aguardiente es como si fuera una lágrima de la madre Tierra que germina en base a la uva, sangre fecunda que se fundirá en nuestros cuerpos a través de la pócima y une a la persona a través de la tierra, son sus ancestros, y de esta manera forma su historia personal.
El fuego, es el que danza libre en el barro, una vez que se prende el alcohol que posee el aguardiente, los elementos se funden entre sí. Este fuego alumbra a los presentes, les da calor a sus cuerpos y además purifica las almas durante la ceremonia.  El fuego, ídem que el Trisquel tiene tres virtudes: purificar, alumbrar y calentar. Por tanto, cuando se bebe la Queimada debe ser con criterio porque una taza purifica y protege el alma del meigallo*; la segunda taza alumbra y despeja la mente de prejuicios y será la luz que ilumine el camino; la tercera,  calienta y despierta pasiones, avisa que estamos en el umbral del infierno…

A los elementos básicos de la naturaleza, con el pasar del tiempo se agregan las frutas que el hombre extrae de la tierra con sus manos. Se dice que el más genuino y común a todas las meigassea, puede que sea la miel que se añade para dulcificar el fuerte brebaje. Por lo general, se deposita en el fondo de la cazuela o vasija para hacer con ella un caramelo y dar mayor sabor. La miel como fruto de la abeja simboliza el trabajo y la solidaridad entre los miembros de una misma especie.

* Meiga - nombre que se da en Galicia y en zonas colindantes de León y de Asturias— a la bruja o a la hechicera cuyo cometido es megar, esto es enmeigar, que hace el bien y es capaz de deshacer los conjuros maléficos y el mal de ojo de las bruxas.

Además, se utilizan otros productos que antaño no existían en Galicia, por ejemplo:
-Azúcar, blanca y dulce simboliza la pureza y la inocencia y sirve para endulzar la bebida. Pero, recuerda que la Queimada es la que purifica porque al beberla ayuda a la persona a superar la soberbia, la envidia y el egoísmo.
-Limón, es el símbolo del sin sabor de la rutina, lo agrio de la vida,  sirve para combatir la amargura, pinta en el rostro sonrisas y desdibuja los hastíos de la monotonía.
-Manzana, simboliza nuestra condición humana, el pecado más deseado que cometió  Eva en el Edén y del cual goza el ser humano. En la Queimada este fruto otorga un toque afrodisíaco.
-Café, este fruto es símbolo de la universalidad y del mestizaje del hombre, es lo exótico. Se debe colocar en el brebaje 7 granos, igual al número de las provincias gallegas que simbolizan un estar abiertas para acoger en su seno a los emigrantes y peregrinos que llegan hasta las puertas de Modoñedo, Betanzos, Lugo, Tuy, Ourense, Coruña y Compostela. En la actualidad, se agrega un grano más, el 8vo.  porque representa al lugar en donde se celebra la Queimada.

La tradición explica cómo nace este brebaje
Las mujeres gallegas, fieles a Prometeo – quien fuera el creador del fuego que entregó a los hombres para liberarlos del oscurantismo y fueran libres para descubrir la luz del conocimiento -  debían guardarlo en secreto, unido a la tierra y al agua. Para que los dioses del Olimpo no se enteraran, las gallegas elaboraron la Queimada en sus hogares, y se conjuraron con Pandora  - mujer que crea Dios en penitencia por lo que hizo Prometeo -  y de esta manera les da esperanza. Desde tiempos inmemoriales, se crea esta bebida milagrosa que cura las llagas del alma y contiene viva la esperanza.


Ingredientes
En un recipiente de barro colocar 1 litro de aguardiente de orujo gallego. 1 cáscara de limón o naranja rallada. 150 grs de azúcar. Granos de café sin moler.  También, suele agregarse manzana en trozos y uvas, los frutos dependerán de cada lugar.

Preparación de la Queimada gallega
En un recipiente de barro cocido se vierte el aguardiente de orujo de Galicia y el azúcar, en proporción por litro y a gusto. Se añaden mondaduras (ralladura) de limón/naranja (en algunos sitios también añaden manzana y otras frutas cítricas) y granos de café. Se remueve bien en el cazo de barro. En algunas zonas de Galicia, la forma tradicional de preparar la Queimada es dentro de una calabaza; se le corta la parte superior y se limpia su interior, así adquiere además su sabor.

La vasija de barro se calienta a fuego directo (el cazo), en el que previo se colocó un poco de aguardiente. Muy despacio, se acerca al recipiente hasta que el fuego pase del cazo al recipiente de barro. Se remueve hasta que el alcohol se consuma a gusto, cuanto más queme, menos alcohol contendrá la Queimada. En el mismo cazo se echa un poco de azúcar, esta vez seco, y se coloca sobre la Queimada se mueve hasta convertirlo en almíbar como caramelo, se vierte sobre las llamas removiéndolo hasta que éstas tomen color azulado por el alcohol que flamea hasta casi evaporarse. Luego se apaga y la Queimada está lista para servir.

El origen de la bebida es desconocido, popularmente se le atribuye origen celta, pero  estudios del catedrático de prehistoria de la Universidad de Santiago de Compostela, Carlos Alonso del Real (1972) afirma que sería imposible y lo argumenta: la destilación del aguardiente en Galicia no puede ser anterior a la introducción del alambique de origen árabe, del s. XII o XIII de la Edad Media. También expresa, el azúcar de caña, uno de los ingredientes básicos de la Queimada, lo introdujeron los árabes en la península ibérica y la difusión de sus equivalentes de remolacha es posterior porque corresponde a las guerras Napoleónicas, por tales motivos le atribuye a la bebida orígenes medievales.

Otra versión, la del antropólogo Xosé Manuel González Reboredo sostiene que el consumo de aguardiente, por lo general sin quemar, era común en la zona rural de Galicia, y por tradición se tomaba como una medicina contra el catarro. Hasta que
Cerca de mitad del siglo XX, los gallegos residentes en el exterior comenzaron a tomar este brebaje en fiestas o después de las comidas y acompañaban su consumo con el conjuro compuesto para ese momento festivo. Esta costumbre, se difundió rápidamente y es el alfarero mindoniense Tito Freire (1955) quien creó el recipiente de barro cocido, con forma de tartera con patas, para hacer la bebida de mejor manera.

Este tipo de brebaje, es uno de los tantos rituales que se relacionan con el fuego, es una tradición de origen pagano y misterioso, es como una pócima mágica que se toma entre las sombras de la noche, cuando surgen los meigallos y hechizos, almas en pena y cuerpos que se sientan en círculo alrededor de la tartera de barro, para alcanzar la purificación del cuerpo y salvación del alma, todo esto mientras se revuelve la Queimada en el fuego que espanta los malos espíritus y atrae los buenos.

El conjuro de la Queimada
El conjuro o "esconxuro" tradicional de la Queimada es contemporáneo y se crea en Vigo (1967) por Mariano Marcos Abalo. El objetivo, era sumarlo a una fiesta de juegos florales que realizaría en un barco (decomisado) amarrado en el puerto de la ciudad y en el que se hacían diferentes festejos. Su creador, le añade a este conjuro (texto) referencias a Satán y Belcebú (1974) y comenzó a representarlo en la discoteca Fausto de la Ciudad Olívica. Por esa misma época, a una imprenta de la ciudad, se le ocurre imprimirlo y venderlo en formato papel. Al inicio lo realizó sin autorización, ni autoría, y luego lo continuó haciendo pero pagándole una peseta por ejemplar vendido. Quizás esto contribuyó a creer que el conjuro era de autor anónimo, hasta que Abalo decide registrar su propiedad intelectual (2001)

Conjuro de la Queimada
Búhos, lechuzas, sapos y brujas.
Demonios maléficos y diablos, espíritus de las nevadas vegas.
Cuervos, salamandras y meigas, hechizos de las curanderas.
Podridas cañas agujereadas, hogar de gusanos y de alimañas.

Fuego de las almas en pena, mal de ojo, negros hechizos,
Olor de los muertos, truenos y rayos.
Ladrido de perro, anuncio de la muerte,; hocico del sátiro y pie del conejo.

Pecadora lengua de la mala mujer casada con un hombre viejo.
Infierno de Satán y Belcebú, fuego de los cadáveres en llamas,
cuerpos mutilados de los indecentes, pedos de los infernales culos,
mugido de la mar embravecida.
Vientre inútil de la mujer soltera, maullar de los gatos en celo,
Pelo malo y sucio de la cabra mal parida.

Con este cazo levantaré las llamas de este fuego que se asemeja al del infierno,
Y huirán las brujas a caballo de sus escobas,
Yéndose a bañar a la playa de las arenas gordas.

¡Oíd, oíd! Los rugidos que dan las que no pueden dejar de quemarse
en el aguardiente, quedando así purificadas.

Y cuando este brebaje baje por nuestras gargantas, quedaremos libres
de los males de nuestra alma y de todo embrujamiento.

Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada:
si es verdad  que tenéis más poder que la humana gente,
aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera,
participen con nosotros de esta queimada.

La cena en Casa de Galicia con Paella y Queimada

 “Una Queimada de un buen orujo redondea la comida con agradable digestión…”

El conjuro y la anterior frase se presentaron,  junto a la vajilla en cada mesa para los invitados a la fiesta de Casa de Galicia en Montevideo,  el viernes 6 de julio, una vez entrada la noche invernal. La cena consistía en una fresca Paella y Queimada para celebrar la Noche de San Juan – un tanto retrasada -  también se ofreció un Show Flamenco, una pareja de bailarines de Tango y otras ofrecieron Danzas Gallegas.                   
El ritual del conjuro incluye: recitar el conjuro de la Queimada (leer) en voz alta en cuanto hierva el líquido y sus ingredientes. Este ritual y su preparación sirven para alejar a los malos espíritus y a las meigas según la tradición que acechan a los hombres y mujeres para intentar maldecirles ya sea por diversión, por venganza por algo que han realizado antes  o por otros motivos.  Toda ocasión resultará propicia para realizar una Queimada: una fiesta como era el caso, una reunión con la familia o con amigos.  Tras cenar, la espectacular Paella realizada in situ y a vista de los comensales, se sirvió el postre. La música española conjugada con algún que otro tango acompañó la velada. Entrada la noche, los invitados reunidos en sus mesas fueron partícipes de la ceremonia realizada alrededor de la Queimada, para animar los corazones y estrechar los lazos de amistad. Uno de los integrantes se encargó de levantar con el cucharón el líquido en llamas de color azul que dejó caer nuevamente, poco a poco, en el recipiente mientras pronunciaba el conjuro. El ambiente que se creó era especial porque antes de apagarse las llamas azuladas del alcohol, y mientras el aguardiente ardía, se recitaba el conxur y la Queimada se sirvió caliente con roscas de anís.


Más allá de la geografía existe un paralelismo cultural entre Galicia e Irlanda

El apoyo de España a Irlanda para la formación de las nuevas generaciones, en orden a la reconquista del catolicismo, perseguidos por la reforma protestante, condujo en España, sobre todo en Galicia que se refugiaran nobles y eclesiásticos irlandeses que huían de la reforma protestante. Algunos de ellos alcanzaron alto rango en la Administración y en el Ejército. Para evitar la presión sobre los prelados nativos, el Papa nombró a Fray Mateo de Oviedo, Arzobispo de Dublín. Gracias a su mediación se organizaron varias expediciones de refugiados hacia Galicia.

La llegada de los celtas a Irlanda se estima que fue entre el 4000 al 5000 a.c. El idioma de los gaélicos cuyo origen se remonta a su líder Gaedhel Glas, hijo de Nel y de Escota (hija del Farón de Egipto) dan nombre a los escitas (escoceses…) que pasaron a denominarse gaélicos. También se mantienen otras opiniones como que el término gaélico (en antiguo galés) cuando antecede puede tener relación con el término “galaico”. El primer poeta irlandés, es de origen hispano según el Libro de las Invasiones y se llamaba “Aimirgin” (Amergin) y acompañó a la expedición que partió desde Brigantia para conquistar Irlanda.

Los pueblos celtas o La Liga Celta se consideran celtas a los que aún conservan en su idioma términos del gaélico, ellos son: Irlanda, Escocia, Cornualles, Gales, Isla de Mann y Bretaña. La gran mayoría de los celtólogos incluyen otras zonas, como Galicia y Asturias. Por tal motivo, hoy se denomina a Ortigueira, Capital Gallega del Mundo Celta, no sólo por su afinidad geográfica con el oeste de Irlanda, sino porque en este enclave galaico se vive lo relativo a la cultura celta. Las costas de Galicia y de Irlanda están bañadas por el mismo mar; ambos países tienen clima similar; parten de una agricultura minifundista orientada al autoconsumo, con culto a la papa. Por ejemplo, al balcón del Cabo Ortegal (el punto de la Península Ibérica más septentrional) comprueba similar paisaje que los grandes acantilados de la costa oeste de Irlanda.

Aunque los romanos se impusieron y transformaron la cultura europea, su influencia  tuvo menos incidencia en zonas de difícil acceso, ello permitió acunar la cultura celta en España y en este tipo de territorios que abarca la cornisa cantábrica de Galicia y Asturias. No es sólo el uso de la gaita el factor determinante de lo que se considera “países celtas” sino que irlandeses refugiados en Galicia y peregrinos a Santiago de Compostela a  consecuencia de las invasiones sufridas en Irlanda, produjeron emigraciones de gaélicos-célticos hacia Galicia desde los siglos IV a VI.  Por otra parte, muchos símbolos celtas proliferan en la artesanía y especialmente en la joyería de vanguardia. Existe cierta simpatía de España por Irlanda, supone en la Galicia actual, un paralelismo donde varios especialistas destacan los respectivos nombres: Galicia y Gacilge que parecen tener la misma raíz celta “Gal”, denominación de la tribu celta de los Gaels de Irlanda y que se puede traducir por “extranjero”. (Fuente: C. de Blas. blog al respecto de la mitología irlandesa http://enxebreordedavieira.blogspot.com


Las festividades
Los celtas carecían de templos, para ellos las festividades las hacían en el bosque junto a la naturaleza. En Galicia, las celebraciones se realizan en el atrio de la iglesia o en la encrucijada del pueblo al pie de un crucero. El día 1 de noviembre, los celtas apaciguaban los poderes del otro mundo y propiciaban la abundancia de las cosechas con la celebración de la fiesta samahaim. Para unos, era el comienzo del invierno y para otros el final de verano; en todo caso era el principio de una nueva gestación y de un periodo de intensa comunicación entre los habitantes de éste y del otro mundo. Se reunía una gran multitud porque era fiesta obligatoria.

Las fiestas eran para los celtas una concentración de lo sagrado, en tiempo y lugar, determinado. El mito afirmaba que era el momento en el cual se producen grandes acontecimientos cósmicos, y cuando tenía lugar la muerte - tanto ritual como simbólica del rey - y su reemplazo. Las ceremonias festivas actualizaban, celebraban y comentaban el origen mítico y la continuidad del mundo (J. de Vries, La religion des Celtes). Por la misma época los romanos celebraban las saturnales. El mundo de los espíritus se entreabría y salían personajes de pesadilla, las almas tenues, los cuerpos que habían sido enterrados y las sombras;  todos se nutrían de los platos depositados sobre las tumbas. El día exacto de la celebración dependía de la tradición oral.  Desde el año 1978 en España se organiza el Festival de Ortigueira de Música Celta, en 4 días se reúne a más de 5 mil jóvenes, es una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional, se da cita a los más destacados grupos de países celtas...

foto de portada: Preparación de la Queimada. El caldero y la vasija de barro para elaborar la Queimada en vivo.  (Crédito: Graciela Vázquez)

Galería de imágenes: 1.-  Momentos del conjuro (Crédito: Graciela Vázquez). 2.- Servida la Queimada en potes de barro (crédito: Blanca Fernández). 3.- Paellas de mariscos para doscientos invitados (Crédito: Verónica Fernández). 4.- Cuerpo de baile de Danzas Gallegas. Alegraron durante la cena, con música y bailes a los comensales (Crédito: Graciela Vázquez). 5.- El bailaor de flamenco en escena frente a los invitados (Crédito: Graciela Vázquez). 6.-  El ritual del fuego 

 

publicado en: www.laserenadeloeste.blogspot.com

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