Miércoles, 21 Diciembre 2011

Camino a la Navidad

Si hay un lugar para estar en esta región del mundo en la época de Navidad, ése es Gramado, en el corazón del estado de Río Grande do Sul, Brasil. Ya al llegar a esta pintoresca ciudad, nos  envuelve el espíritu navideño. Desde noviembre, todas las avenidas, calles, hoteles, posadas, residencias, casas, casitas, restaurantes, tiendas, boutiques, lucen adornos alusivos a esta fiesta tan sentida por chicos y grandes, por creyentes, laicos y ateos.


por María Shaw


Llegamos a esa ciudad para participar en el Festival de Turismo de Gramado, que se realizó a del 17 al 19 de noviembre, invitada por la organización del mismo, con el apoyo de las Secretarías de Turismo de Bento Gonçalves, Canela y Gramado, junto a un grupo de periodistas, agentes de viajes y representantes de TAM de distintos países de América y Europa; en mi caso, con el apoyo de TansHotel y de AssistCard.


El programa indicaba que cada una de las tres noches que íbamos a pasar en Gramado, finalizaba con una actividad relacionada a “Natal Luz”.La sorpresa y la emoción comenzaron  luego de la apertura solemne del FESTURIS, al ser espectadores privilegiados del “Grande Desfile de Natal”.

La magia navideña invadió la céntrica Avenida de las Hortensias, en el  maravilloso espectáculo del desfile del cortejo de Papá Noel, con los principales personajes de la Navidad, en una muestra de sonido, luz y fantasía.

Son más de 300 participantes, entre patinadores, actores, bailarines, acróbatas, y músicos, que con estudiadas coreografías, reflejaron el espíritu de esta fiesta.

Eso es parte de una trilogía de eventos de Navidad, que han posibilitado que Gramado sea conocida en todo Brasil y también fuera de fronteras.

Esa noche vimos ángeles, gnomos, pastores, juguetes, dulces, golosinas, galletitas, muñecos, payasos, marionetas, soldaditos, ositos, caballitos, trencitos, reinas de la nieve, trineos, arbolitos, recamados de luces, con un vestuario muy lujoso y una inmenso despliegue de creatividad.

Una banda musical interpretó las canciones tradicionales y una pegadiza “llegou Natal, llegou”.

Lo más aplaudido de la noche fue “Papai Noel” y las encantadoras “Mamae Noelas”, que desfilaron entre miles de flashes, en la avenida donde, de tanto en tanto, se atenuaba su iluminación para que se pudieran observar las lucecitas de los trajes de los bailarines. Volvimos a ser niños por un rato, participando de la ilusión de los más pequeños.  



Otro de los espectáculos de la trilogía de “Natal Luz” de Gramado es la “Fantástica Fábrica de Navidad”, una comedia musical que se realiza en el Carrieri, un teatro al aire libre. Es la historia de una niña que escribe su carta a Papá Noel en el que expresa que le gustaría conocer su fábrica de juguetes. Su sueño se convierte en realidad, pues un ángel la trasnporta a ese mágico lugar, donde es recibida por los juguetes, ayudantes de Santa Claus. Participa un  centenar de actores, bailarines y patinadores en una estupenda puesta en escena, con colorido vestuario y  un despliegue de técnicas al estilo del “Cirque du Soleil”, con acróbatas jugando con telas.



Cuando pensábamos que no nos podían sorprender más, la última noche participamos de “Nativitaten”. ¿Cómo describir este gran despliegue de elementos: fuego, agua, luz y sonido? La producción se realiza en el Lago Joaquina Rita Bier, y el lago es el escenario, con pérgolas flotantes donde se ubicaron varios tenores y sopranos, y una isla con 100 niños coreutas y los redoblantes.

Llamas de fuego, juegos de aguas danzantes, rayos láser, fuegos artificiales, sorprenden en este  espectáculo, uno de los más grandiosos que he visto y uno de los más emocionantes también. Los cantantes líricos interpretaron villancicos y canciones navideñas de varios países, en distintos idiomas, clásicos y actuales, y el público en las gradas cantaba con ellos, mientras iban encendiendo velas, hasta que se formó un mar de lucecitas que se movían al ritmo de la música.



Desde el año 1986, Gramado transformó su escenario tradicional de una pequeña ciudad del interior de Río Grande do Sul, para convertirse en un gran escenario de sonidos, luces y colores, al surgir “Natal Luz”, el mayor evento navideño de Brasil. Durante 74 días, Gramado se transforma en un parque temático de Navidad, con millares de mini lámparas que forman túneles en las calles y avenidas, que adornan los gigantescos árboles y que acompañan a Papa Noel a llevar alegría y emoción a todos.

Estos tres espectáculos, que se extienden desde el 3 de noviembre al 15 de enero, varían cada año, y van rotando noche a noche en un calendario pensado para que siempre haya alguno con qué emocionarse. Consultar la agenda en: www.natalluzdegramado.com.br

El espíritu navideño entra por los ojos, emociona, se queda con uno y lo va guiando por el camino hacia el 24 de diciembre, cuando me imagino Gramado será una apoteosis, y los que disfrutamos de ella nos quedaremos con sus luces en nuestras retinas.

 

L/D

 

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