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Lunes, 03 Julio 2017

Festejos del Centenario de La Cumparsita, 1917-2017

Desde la década del 90 escribo sobre la casa del compositor nacional Gerardo Matos Rodríguez, chalet que construyó en el  área metropolitana oeste por ser un bien que debiera ser patrimonio de todos los uruguayos.

por Ma. Elisa Fernández Delgado

“El Refugio” corresponde al departamento de San José, y antes, al autor nacional de La Cumparsita G. Matos Rodríguez. Este año, el país festeja el centenario de esta composición increíble.

DESCUBRIMIENTO EN CIUDAD DEL PLATA DEL CHALET  DE MATOS

Con el afán de conocer y descubrir el contexto que conformaban los (18) fraccionamientos que componían la ex-Rincón de la Bolsa, actual Ciudad del Plata recorrí las rutas - tanto la vieja como la nueva 1 Brigadier Manuel Oribe – los hallazgos una vez investigados los difundía en la revista “Más Sucesos”.

Desde entonces no he dejado de realizar investigaciones que pongan en valor el acerbo histórico-cultural descubierto en los distintos destinos que tiene Uruguay, pero cambié el formato papel por mi blog (laserenadeloeste.blogspots.com) y el sitio del CIPETUR.

Por aquel  tiempo del año 1997, los vecinos trabajábamos en pro del destaque simbólico y también porqué no como atractor turístico de la zona. Se buscó recuperar el chalet denominado “El Refugio” que hiciera construir como casa de descanso en el km 26 el autor del himno de todos los tangos, Gerardo Matos Rodríguez.

Tiene su ubicación entre ambas rutas que lo hace ideal para estacionar cerca del chalet y bajar a conocerlo. Sobre uno de los laterales, hay un terreno que se expropió para dar cabida al movimiento de la rotonda allí instalada que linda con los accesos entre ambas rutas donde se encuentra el chalet El Refugio de Matos Rodríguez.

Vista de la rotonda en el Km 26 de la Ruta 1, de frente, la casa de Matos Rodríguez

Aquellos tiempos era época del intendente Dr. Jorge Cerdeña -  hombre que introdujo el turismo en Playa Pascual – quien contaba con la iniciativa y apoyo de uno de los vecinos que trabajaba por mejorar la Comisión Fomento de Playa Pascual, sus  inquietudes desbordaron hacia este barrio, amparado en lo relevante que sería para los vecinos de Ciudad del Plata lograr el reconocimiento expreso de esta casa que hiciera construir el compositor uruguayo del himno de todos los tangos.

Con este motivo, el escribano Figueroa nos convidó a aportar en la implementación de un proyecto con fuerte sabor a tango nacional. Un arquitecto conocido realizó el proyecto, yo me encargaba de la difusión de lo que acontecía y Figueroa iniciaba los trámites pertinentes para echarlo a anda. Como la familia propietaria en aquel momento, no quería saber sobre el tema, Figueroa planteó otra opción para el barrio del “Autódromo”, barrio que se extiende sobre la ruta vieja unos 2 km donde está incluido el chalet de Matos.

El Autódromo contaba en el kilómetro 27.500 con una pista de carreras propiedad de la Asociación Nacional de Volantes del Automovilismo, en la década de 1930-40 compitieron en ella figuras notables del automovilismo nacional e internacional, entre ellas, el piloto argentino Fangio, el uruguayo Supiche. Era un acontecimiento deportivo que marcó una época de esplendor para la zona denominada “Ciudad Automovilística” pues casi todas sus calles registran nombres de marcas de autos como Fiat, Dogge, Bugatti, Renault, entre otras, cuando no de los pilotos de renombre que por aquí corrieron. Estas carreras se realizaban casi todos los fines de semana y atraía numeroso público no sólo de Montevideo, pues habilitaron el puente metálico en 1925.

CHALET “EL REFUGIO” DE  MATOS Y LA PLAZOLETA QUE NO FUE

Al no aceptarse el proyecto de mostrar parte de la casa de la familia Silveira que eran los dueños del chalet,  Figueroa presentó los planos de una nueva propuesta que ya contaba con el visto bueno del intendente, pero que requería de la aprobación del Ministerio de de Transporte y Obras Públicas por corresponder la jurisdicción de las rutas nacionales.

El proyecto incluía resaltar el lugar con la construcción de una plazoleta en honor al  autor del himno de todos los tangos. El espacio público ubicado en el terreno existente antes de llegar a la casa, era la forma de recuperar su aporte cultural del tango “La Cumparsita” aporte que dejara Matos Rodrtíguez en el territorio maragato.

Por otra parte, el gobierno de San José había aprobado tiempo atrás, denominar una calle cercana al Chalet como su obra y destacó “La Cumparsita” en el nomenclátor departamental.

La idea de Figueroa era por demás atractiva, cumplía además con las particularidades que el autor del tango emblemático en su esencia debía representar de aquello por lo que vivió y realmente quiso: partituras, pianos, mujeres lindas, perros y pingos temas que estaban contemplados en este proyecto para que el aroma a tango invadiera parte del área metropolitana oeste también en aquel rincón elegido por él.

El proyecto de la plazoleta incluía bancos con forma de piano, de bailarines de tango o de partituras pero las buenas ideas sino se convierten en realidad de poco sirven porque pasan al olvido, cuando el Ministerio de Transporte y Obras Públicas de la época, notificó a Figueroa, que era imposible concretar una plazoleta frente por frente a una ruta, la idea que resaltaría al himno de todos los Tangos  no prosperó.

HISTORIA DE UN PERSONAJE Y SU CHALET

Gerardo Hernán Matos Rodríguez, conocido como “Becho” nace en Montevideo el 18 de marzo de 1897 y muere en abril de 1948. En su adolescencia opta por la carrera de Arquitectura quizá influenciado por su cuñado que ya lo era. Pero el amor a la noche y a la farándula de la primera década del siglo veinte no lo iba a acompañar en sus estudios.

Entre 1915 y 1916 aquel estudiante universitario, que no sabía de música pero que era  compositor con muy buen oído, compone la música y le solicita a su hermana que escriba las notas que él señalaba en un cartón simulando el teclado del piano ya que él no sabía.

Los compañeros de la FEU de la Federación de Estudiantes Universitarios a la que Matos pertenecía le hacen llegar a Roberto Firpo, compositor argentino que estaba  contratado por La Giralda para trabajar la temporada en Montevideo, le hacen llegar la partitura y éste luego de algunos arreglos toca, por primera vez, aquella Marcha de comparsa denominada por autor desconocido “La Cumparsita”.

Los acordes y la composición musical tenían como destinatario el desfile (FEU) pues con motivo del próximo desfile de Carnaval y tenían que presentar su música y recaudar fondos.

Así se estrena en abril de 1917, La Cumparsita en el bar La Giralda de Montevideo, rincón de intelectuales y de políticos.

A la Marcha de Comparsa original,  Firpo le cambia el ritmo y la convierte en acordes de un tango distinto, de amores y desamores. Por estos arreglos que el autor no solicitó, Firpo quería compartir la autoría con Matos.

En el mismo año, viaja a Buenos Aires a plantear que no estaba de acuerdo con esa propuesta y resolvió vender su música a una Casa editora. Matos tenía 20 años.  Tiempo después Matos viaja a Europa (1924) como periodista de las Olimpiadas, en otro viaje vuelve a Europa como representante Diplomático de Uruguay en Alemania. Sus tareas no le impedían recorrer el París deslumbrante de la bohemia artística.

Tiempo después viaja el maragato Francisco Canaro de gira por Europa, y le comunica que dos argentinos – Conturci y Maroni – habían compuesto letra a su música que llamaron “Si supieras”, este hecho hace que adelante su regreso para iniciarles un juicio, conflicto que le llevará casi toda su existencia. También, inicia juicio a la Casa editora Breyer Hnos representante de la Casa Ricordi de Argentina que le había comprado su partitura siendo él menor de edad. La vendió por $ 50 que en aquella época, era dinero. Una vez llegado a Uruguay se lo gastó todo en el Hipódromo.

Varios fueron los viajes que reiteraría a Europa y también a Argentina, hasta que en la década de 1930 resolvió volver a su Montevideo natal porque extrañaba. Compra para instalarse como vivienda de recreo en el departamento de San José, un terreno a orillas del Río de La Plata, próximo a la carretera que llega hasta Colonia, el lote de terrenos pertenecían a la Sociedad Anónima del Autódromo Nacional que vendía terrenos en cuotas. Tres años más tarde (1933) su cuñado arquitecto de profesión, Enrique Durán, regulariza las escrituras para la construcción del chalet “El Refugio”, la memoria descriptiva data del mismo año.

En la década de 1930 había reservado un lote grande de terrenos y comenzó a pagarlos en cuotas. Una vez adjudicado el solar por sorteo, no le gustó y solicitó otro que estuviese más alejado del movimiento y ruido de la pista de carreras para poder tocar el piano, cantar, y que no tuviera vecinos que lo importunaran, datos extraídos del libro “Yo Matos Rodríguez el de La Cumparsita” de Rosario Infantozzi Durán, sobrina nieta de Matos.  Según la citada fuente, se afirma “él nunca vivió en el chalet porque le robaron hasta las canillas y de bronca lo vendió…”.

Lo que puedo aportar después de realizar varias entrevistas en el pueblo de La Barra (actual Santiago Vázquez) es que la casa de Matos Rodríguez era una de las pocas que había construida del lado de San José y estaba rodeada de grandes arenales y de árboles. Además, una vez construido el puente metálico de La Barra (1925) pasaba todos los fines de semana por el pueblo una gran cantidad de gente que se trasladaba hasta el lugar para participar de las carreras del Autódromo. Entre ellos circulaba un destacado Matos Rodríguez. Llegaba al pueblo en su  Chrysler del año 1926, modelo que lleva de cada lado un baúl, pues en cada uno de ellos colocaba un Galgo (perro). “Un personaje muy pintoresco” recordaban los vecinos más antiguos y así me lo expresaron.

También, recogí historias de otros cantantes de Tango que llegaban al pueblo en aquellos años de auge y que eran amigos de Matos, Francisco Canaro pasaba para llegar a su departamento de San José; Gardel iba de visita su chalet El Refugio, también era asiduo a encontrarse con amigos de juerga en el rancho que había detrás del Hotel de La Barra para festejos de hombres.

Verán en la foto que también está Alfredo Zitarrosa pues si bien se crió en el pueblo de La Barra pertenecía a otra  generación. Se lo conoce como “el Pocho Durán de La Barra” ya que llevó durante los primeros años el apellido Durán de esta familia de crianza. Zitarrosa también incluyó algunos tangos en su repertorio. Por tanto, estar estos cuatro personajes del tango nacional juntos y en los 100 años que cumplió La Cumparsita es un lujo que reunió el señor Velázquez para llevar a cabo el Certamen “Todos por el Tango” donde participan estudiantes.

En 1933, Matos también se compra una casa en el barrio de la Aguada, sobre la calle Nueva York Nº 1415; bien que ha sido declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación como Museo del Tango y de un creador. Años más tarde, compra en San José una chacra “Haras de Matos Rodríguez” pues tenía una afición a los caballos que adquirió desde que estuvo radicado en Buenos Aires (1929) y le encantada estar en contacto con todo lo relacionado a caballos de carrera, criadores, compositores y hasta le fascinaba  poseer un haras propia. Este sueño lo concreta el 30 de octubre de 1940 cuando compró 75 hectáreas a orillas del Río San José, tenía sauces, álamos, talas, espinillos que conformaban montes naturales, pero también había pinos, frutales, y hasta un monte artificial con 3 mil eucaliptos jóvenes (Datos de la fuente citada)

París y Europa estaban en plena segunda guerra mundial y Matos resuelve establecerse nuevamente entre Uruguay y Argentina. Transcurrida la mitad de la década de 1940 se había enfermado tanto que quedó postrado pues llevaba una vida desprolija.  La lucha por su Cumparsita le llevó juicios interminables y sus caballos de carrera le permitieron algún disfrute, pero su enfermedad lo consumió finalmente en 1948.

Estando en su país de origen, se le hizo un reconocimiento el 31 de enero de 1945, se realizó la Jornada Nacional de la Cruzada antituberculosa que apoyaron con su presencia varios artistas, la actividad se desarrolló en el Estadio Centenario. Cuando subió a recibir el reconocimiento a la labor realizada, la multitud espontáneamente le rindió homenaje a un compatriota que peleaba por la vida y por el  significado que había adquirido La Cumparsita.

En 1945 ante el escribano José María Marrone, realizó la compra-venta del chalet “El Refugio” Matos se la vende a su amigo Miguel Ángel Soler dueño de las Casas Soler de Montevideo, además de ser propietario de gran cantidad de autos de la Sociedad Automovilista que ambos frecuentaban. Al morirse Soler, se la deja en herencia a su hijo mayor. En realidad la casa quedó abandonada por años y hasta con intrusos.

El 12 de marzo de 1976 compra el Sr Silveira el Chalet “El Refugio”, la familia propietaria que visitamos por aquellos años, nos aclaró en cuanto a la construcción que no había tenido reformas, porque se podía confirmar con los planos originales. Lo que pude recoger es que le habían robado algunas de las ventanas de madera de la escalera a la casa, el resto de las ventanas poseen postigones de madera originales. Es similar a una casa de campo con rejas, la puerta principal se presenta dividida en dos partes  para que los animales no entren.

Vista desde afuera la construcción, parece grande, está construida en dos plantas sobre un gran terreno con frente y fondo que se acortó por la construcción de la nueva Ruta  1. Por dentro, consta de dos plantas. En planta baja se encuentra la habitación que hace de living-comedor con una chimenea esquinada, próximo a ésta se encuentra la cocina enfrentada a la escalera que permite trasladarse hasta el primer piso. La escalera a través de las ventanas permite observar el río, el descanso termina en un pequeño hall de distribución de frente a las habitaciones, un dormitorio y un desván.

A 100 AÑOS DE LA CUMPARSITA SE CREÓ EL MUSEO DEL AUTOR NACIONAL

El Museo del Tango La Cumparsita, se creó el año pasado y está ubicado en el Palacio Salvo, muy cerca de donde era La Giralda, café donde se tocó la composición de Matos por primera vez, durante aquella noche de abril de 1917 dice la Prensa que se reiteró como seis veces... El Museo busca resaltar lo relativo al tango y su tema más famoso es La Cumparsita que todos los visitantes conocen. El Museo representa un cafetín de Montevideo del 900 con elementos relacionados con el tango. También conserva para su resguardo documentos originales del autor que fueran cedidos por AGADU, además de otros que aportó la familia del compositor. Hay también una representación de Matos del escultor Alberto Saravia.

Gerardo “Becho” Matos Rodríguez,en realidad compuso más de 70 partituras (76), algunas muy conocidas, pero ninguna como el  himno de los tangos. Por otra parte, en San José también se han realizado reconocimientos al compositor que eligió vivir en Ciudad del Plata, y en abril de este año se exhibió del artista Carlos Fierro la escultura que realizó de Matos. Se exhibió primero en la Peatonal Sarandí y Paseo de los Constituyentes de la ciudad de San José, y luego se colocó en la calle cercana de La Cumparsita ubicada en la zona sur del departamento, precisamente donde se encuentra el chalet El Refugio.

El artista Carlos Fierro junto a la escultura que realizó

Este tipo de homenajes continuarán durante este año 2017 por ser declarado “Año del Centenario de La Cumparsita", según el Ministerio de Educación y Cultura. Además será el tema central del Día del Patrimonio. El Parlamento uruguayo aprobó la ley 19.464/016 que declaró a 2017 como “El año de celebración” por el siglo de La Cumparsita y dispuso la creación de una Comisión especial que junto a la Comisión Interministerial de Apoyo al Tango (CIAT) trabaja en el tema.

En resumen es La Cumparsita, el tango de todos los tangos, es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad declarado por la UNESCO y además es considerado por los uruguayos como símbolo de identidad nacional.

publicado en la Revista Más sucesos año 1997

fotos: archivo de la IMM

L/D

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