Viernes, 12 Diciembre 2014

Fomento del Turismo en Uruguay a través del Cine

Festivales Cinematográficos Internacionales. Punta del Este, década de 1950. Los festivales realizados en el balneario de la Península, durante los primeros años de la década del 50, aprovechaban el auge que también tenían a nivel mundial para ayudar al fomento del turismo del país.

 

por Ma. Elisa Fernández Delgado

En el caso de Uruguay, la propuesta devino de parte del empresario inmobiliario Mauricio Litman residente de Punta del Este, aún hoy, se sostienen calladamente en pie.

TERCER FESTIVAL CINEMATROGRÁFICO DE PUNTA DEL ESTE, 1955.

Una vez puesta en práctica la idea, se convocó al Certamen de carácter internacional en materia de cine, pero éstos dejaron controversias en la conveniencia de su realización. Entre varios problemas que se habían dado en las ediciones anteriores, la falta de organización que se dio en la tercera edición denotó una cadena de errores más, sobre todo porque ya había experiencias, aún sin solucionar.

Éstos planteos se sumaron 'al escaso aporte del Estado' quien había designado tardíamente un 'Comité autónomo' con un Reglamento del Certamen que 'estipuló la elección del mejor film presentado por cada país. La intención evidente era dar un premio consuelo a toda industria que se sacrificara al intervenir en este Festival' con una obra acorde 'al gusto sudamericano'. Estos elementos y más recogió el crítico de cine Homero Alsina Thevenet (HAT), en el artículo publicado en su revista Film, N° 22 de marzo de 1955.

Recibimieto a delegaciones en la puerta de la Catedral

El autor recopiló hechos fortuitos, y los detalló como en una crónica anunciada de todo lo que no debería hacerse en este tipo de convocatorias en ' un momento en que los festivales se reproducen en todo el mundo provocan disturbios en las distribución comercial. Los productores habrían querido evitar un nuevo certamen en Uruguay, tras los de 1951 y 1952, pero transaron en que estos festivales se llamaran Sudamericano y tuvieran acento continental quizás exótico' expresó en su momento el crítico de cine.

EL CONTENIDO FÍLMICO DE LA MUESTRA

Lamentablemente, el déficit mayor estuvo en los recursos que se habían destinado en la realización de esta edición 'La economía fue el principal rector del Comité y esto llevó a no contar con films japoneses', por ejemplo como sí había ocurrido en la edición anterior y su aporte fue destacado por el cinéfilo. Las  propuestas elevadas por los organizadores a las delegaciones carecía de un criterio único, pues mientras a los nipones se les recortó a dos invitados su participación y se les abonaría sólo una parte del pasaje, a la delegación norteamericana se les extendió la invitación a treinta y cinco invitados, algo desproporcionado en ambos sentidos.

Tampoco fue satisfactorio el material exhibido  – y así lo expresaron en su momento los integrantes del jurado uruguayo – por ser una  muestra de carácter internacional, la baja calidad del material fílmico exhibido y el carácter comercial que ostentaba la mayoría, delató al decir de Alsina Thevenet 'el espejismo del gusto sudamericano, mal conocido y seguramente subestimado en el exterior'. Estos argumentos  minuciosamente especificados por el autor en su artículo serían propios de una 'feria o de muestra' y destaca en esta categoría - menor que un festival - el film de Casa Ricardi (Italia, Carmine Gallone, 1955), o Lo que le pasó a Reynoso (Argentina, Leopoldo Torres Ríos, 1955) sólo por mencionar dos.

Por otra parte HAT y los once  integrantes del jurado, compuesto por críticos cinematográficos uruguayos, debieron hacer público la baja calidad de los films inscriptos y exhibidos, mediante planteo al Comité oficial. 'La consecuencia fue explosiva. El Gran Premio Sudamericano, el jurado lo declaró desierto para films de largo y corto metraje y los premios nacionales fueron restringidos a sólo cinco títulos’. Los países premiados fueron: Francia, Inglaterra, Suecia Norteamérica y México, y el resto no, porque se 'entendía que no debía elegir lo menos malo de cada selección'. Todo esto trajo gran protesta entre los participantes del Certamen. El Comité Ejecutivo tuvo que evitar el conflicto internacional y declaró, en acto público, que el fallo no se ajustó 'Prima Facie' y al decir de HAT al 'famoso Reglamento´ tampoco.

QUÉ FALTÓ EN EL FESTIVAL DE CINE DE PUNTA DEL ESTE, 1955

El crítico en su artículo, hace referencia escueta a la nómina de los films exhibidos; no habla de  los tropos; ni de  la existencia de espejos y reflejos en el guión de alguna de las películas; no se sabe si hay entre las exhibidas distorsiones culturales o focalización entre Occidente y Oriente; situaciones semióticas; estructuras intratextuales; tampoco se habla sobre el contenido de los mensajes o si hay empleo de metalenguaje.
La teoría Hermenéutica abarca el cine posmoderno desde la década de 1960 y 1970  y quizás se  podrían incluir las películas exhibidas durante el festival, ya que también ellas están libradas a la interpretación de quien ve el constructo social que obedece a valores específicos y cambiantes de cada época; no se da a conocer los significados de las producciones que  acompasaron la mezcla de culturas y lenguas, resumidas hoy, en lo que se entiende por globalización o multiculturización de los individuos que se podrían recoger en la nueva edición del Certamen; tampoco se estima la composición cultural del espectador, entre otros puntos a saber de los films exhibidos y de los cuales no se brindó información, más allá de las inoportunidades que debieron hacer frente los organizadores, y el conjunto de críticos, ante esta tercera propuesta de cine.

Nada de estos elementos primaron en el artículo del crítico de cine luego de culminada la Tercera Edición del Festival Internacional Cinematográfico de Punta del Este, más allá de su escaso éxito y con la opinión pública uruguaya en contra, pues se juzgaba a este tipo de festivales 'contrarios al interés nacional', especificaba en su artículo Thevenet fundamentado en la falta de contenido de los films exhibidos, con acento en lo comercial y nada más, destacó.

De todas maneras, y tiempo atrás, la periodista Dolores Graña había realizado una entrevista para la Revista Radar al crítico de cine HAT que subtituló 'Los Festivales sirven para algo'.  Alsina Thevenet fundamentó su opinión en oportunidad de la realización del Festival de Cine de 1952, en su segunda edición, pues sostuvo allí que la difusión de los festivales tenía utilidad cultural, ya que se accede al cine que no se puede alcanzar si no es de esta  manera. Se hace alusión a la nómina de películas extranjeras, de regiones lejanas y de países como Irán, Grecia son films que comercialmente no llegarían hasta estas tierras de manera fácil, pues para que sea un éxito y se pueda cubrir el presupuesto 'tenés que traer estrellitas, tenés que tener frivolidad' afirmó el entrevistado.

EL CINE, ALIADO DEL FOMENTO TURÍSTICO

De la misma manera que expresa HAT en su artículo de 1955 las controversias de los ocurrido en la Tercera Edición del Festival Internacional  Cinematográfico realizado en Punta del Este, años antes, el crítico Antonio J. Grompone director de la Revista Cine Club en  junio de 1952, realiza una crónica similar sobre el Segunda Edición del Festival Internacional Cinematográfico de Punta del Este, 1952.

Comienza su artículo aludiendo al ‘escaso rendimiento cinematográfico` que ha tenido este festival. Agrega `mucho, demasiado, se ha dicho y escrito a cerca de las perspectivas que los festivales abren para el turismo nacional; también ha abundado el comentario sobre toda serie de frivolidades atribuibles a estrellas visitantes`. Plantea que este tipo de festivales tienen una doble faz ‘artístico-cultural, por un lado; turístico-comercial, por otro, un festival debe preocuparse tanto del primer rubro como del segundo’  y por eso 'Cannes mientras cuida y fomenta el turismo, organiza sus muestras con el máximo de participación y garantías, con la concurrencia de la mejor crítica internacional' agrega Grompone ‘Nadie tiene interés en sabotear a Punta del Este, por lo tanto, los males de Punta del Este, son de inspiración auténticamente nacional' expresó.


Funcion especial en el  Sodre a delegaciones

Uruguay, era por la década del 50 un país que se distinguía por su alto consumo de cine,  pero carecía de una producción audiovisual propia. Montevideo en 1953, contaba según datos recogidos por el Censo con 826 mil habitantes, para unas 105 salas de cine, se vendieron en ese año 19 millones de entradas. En el siglo XXI, año 2009 la misma capital cuenta con un millón y medio de habitantes  y sólo se vendieron 2,4 millones de entradas.

'El cine fue en Uruguay, durante la primera mitad del siglo XX, un acontecimiento' según lo expresara Carlos María Domínguez en su libro sobre la historia de la Cinemateca Uruguaya. De todas maneras y siempre refiriéndose a este período, es entre 1950 a 1960 un período de crisis económica-social en la región. El gobierno del general Perón, en Argentina estuvo en profunda crisis, 1948 a 1954. Hubo una devaluación de la moneda, con restringida política interna de parte del peronismo, problemas en la política internacional con Uruguay por tema de la represa de Salto Grande, entre otros datos coyunturales el gobierno argentino prohíbe la salida de los argentinos en calidad de turistas hacia Uruguay.
 
Cabe mencionar, el turismo nacional cuenta con mayor cantidad de ingreso de visitantes de origen argentino, en temporada estival de sol y playa, con un 60,4% del total de visitantes de aquellos años. En la actualidad, se ubica en 2013 la misma nacionalidad pero en el entorno del  75%.  Como se puede observar, al caer el ingreso de visitantes al país – esto repercute en el desarrollo de la actividad del sector turismo - y los operadores turísticos apelaron a ser más atractivos en sus propuestas.

Se instrumentaron muestras de modas, festivales de cine con figuras de renombre, etc., que hiciera a la clase media y a la oligarquía argentina no renunciar a venir a Punta del Este. Mucho de todo esto se culpó, en su momento, al empresario que propuso el festival de cine por tomarlo como una especulación financiera y nada más. De todas maneras, el 2 de febrero de 1947 se había inaugurado el Cantegril Country Club como atractivo centro social, cultural y deportivo para el balneario de Punta del Este. El complejo incluyó en 1951 la inauguración de la sala de cine de última generación en cuanto pantalla, sonido en sala y comodidad de sus butacas. Se inauguró este año, el Primer Festival Cinematográfico Internacional de Punta del Este y del continente americano. El cine contaba con un total de 600 butacas, ubicadas en un espacio cómodo y extraordinario para ser disfrutable con todos los sentidos.

Los referentes del cine mundial invitados a la exhibición de las películas inscriptas, fueron alojados en los bungalows del Club. Entre ellos se recogen los nombres de: Joan Fontaine, Ricardo Montalbán, John Derek, Patricia Neal, Silvana Mangano, Carlo Ponti, Mario Moreno (Cantinflas), etc.  Estos invitados vip, formaban parte de la delegación de cada país participante; durante el Festival se exhibían las películas inscriptas por país. Además, con motivo de este festival se construyó también la Boite Noa Noa donde se los homenajeó con fiestas y bailes del Carnaval uruguayo, con las cuerdas de tambores de Carlos Páez Vilaró y demás eventos programados de alto nivel.

No resulta extraño que la revista de la Federación Uruguaya de Turismo recogiera, en su Guía de Turismo del año 1955 y con motivo de los festejos por los 125 años del Aniversario de Punta del Este  un relevante Programa de Actos, a saber, Tercer Festival Internacional de Cine; Festival Internacional de Tenis, Campeonatos Sudamericanos de Yacting, Natación, Esquí Náutico; Pesca; Remo; Ciclismo; Pelota, Tiro al Platillo; Mundial de Polo, etc. Los eventos se realizaron tanto en el balneario anfitrión como en Montevideo. La revista LIFE envió un fotógrafo para recoger buena parte de los momentos que ocurrían, durante la estadía de las estrellas en el Festival, se adjunta fotos de la función ofrecida en el SODRE por la Sinfónica; visita a la iglesia de la Catedral donde los esperaba la Banda del Ejército para recibir a las delegaciones; función de gala en el Teatro Solís, etc.

Teatro Solís, delegaciones extanjeras

La mencionada Guía de Turismo también recogía otro tipo de datos, los estadísticos, para informar la caída del índice de turistas argentinos, mientras en la década de 1940 eran más de 155 mil visitantes (155.586), en 1954 habían bajado a menos de la tercera parte, 37 mil turistas (37.405). Estas cifras planteaban además que el año más tenso fue 1953-54 cuando la cifra de turistas argentinos descendió a menos de 10 mil y la estructura hotelera y turística del balneario rozó el crack. Esto confirma un hecho básico y cierto, sostiene Martínez Carril 'la industria turística uruguaya de 20 años a esta parte depende de la venida de viajeros argentinos' los datos recogidos por el autor corresponden a 1968.

En la compilación que realizan los autores de Visite Uruguay, hay un capítulo destinado al cine en cuanto desarrollo del turismo (1930-1955) donde aclara desde el punto de vista de la Comisión Nacional de Turismo (aún no estaba formada la Cartera de Turismo, 1986)  que esta Comisión no tenía como objetivo la creación cinematográfica sino la difusión de los atractivos-país. Se logró salir del estilo Noticiero característico de la década de 1930 denominados 'Actualidades' que producía Max Glücksmann. Eran formatos más audiovisuales que piezas de cine en sí, con voz en off de un locutor. Esta temática ´ turismo-cine era considerada frívola e intrascendente' según Acta del 29 de julio de 1952 de la Comisión Nacional de Turismo. Aunque la UNESCO reconociera más tarde el valor que le daba al país este material filmado.

A pesar de los conceptos vertidos, la mencionada Comisión de Turismo invirtió en la producción de cortos y también apoyó el Festival de Cine de 1951 con dinero y trabajo de apoyo de funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, unidad del Estado a la que pertenecía la Comisión de Turismo. Se facilitó el ingreso de las delegaciones extranjeras al país y ello permitió reunir destacadas figuras de orden internacional, aunque no se específica, de qué manera posicionó la mirada del balneario a nivel internacional, que fue lo que se afirma en los cortos compilados en este análisis cuya dirección en You Tube se especifica en la Hemerografía.

DICEN LOS CRÍTICOS  ‘VER PELÍCULAS NO ALCANZA’

Tanto para HAT, como para Grompone, a grandes rasgos, coincidieron en sus propuestas y en la necesidad de designar un comité organizador estable, otro ejecutivo que atienda los pasos previos con tiempo, brindar solución a los imprevistos durante el desarrollo del evento y cubrir la etapa posterior al festival. También sugerían, corresponde designar un  jurado oficial no sólo jurado de críticos nacionales; una selección previa de los films a exhibir, para evitar los muy malos como ha sucedido en ediciones anteriores; es necesario invitar con anticipación a los buenos críticos del extranjero, entre otros.

Además, contraponen prácticamente los elementos mencionados, en función de lo que se ha brindado a los invitados sin exigir nada a cambio, pues se los invita a fiestas, bailes, muestras de otras artes que no aportan a mejorar la calidad cinematográfica, pero sí el gasto-país que además debe cubrir hospedajes, traslados, y alimentación de numerosas delegaciones que no se sabe quién invitó.

El objeto de análisis que plantea HAT en su artículo es ante todo dejar constancia y hacer un revisionismo de la problemática de los Festivales de Punta del Este, puesto que el del año 1955 era su tercera edición, y por tanto, había errores que no debían suceder. Por otro lado, el Periodismo Cultural, como área del periodismo debe informar sobre lo ocurrido y esto se realiza por una cuestión obvia desde la mirada de quién lo hace. El  replantearse ambos críticos una recapitulación de todo lo ocurrido en estos festivales a través de una crónica detallada, permite contar al lector qué sucedió y cómo se transmitieron los acontecimientos acaecidos en su momento, y en la actualidad aportan un valor testimonial estupendo.

 En resumen, resaltaron lo que pasó más allá del discurso y lo hicieron a través de un intermediario, ente la actualidad y el tema planteado. Cabe volver a mencionar que el Segundo Festival de Cine de Punta del Este, 1952 no contó con gran apoyo del Estado, tampoco tuvo un jurado oficial, sino sólo un jurado de crítica donde HAT resaltó
´gracias a lo extra oficial tolerado pero no imaginado por el Comité Organizador de la Tercera Edición, salvó el nivel definitivo del Festival´.

Este evento se realizó con el esfuerzo de la Embajada de Italia y fue a su manera importante. No se incluyó en esta monografía introductoria al análisis del libro titulado Historia de un gran Festival Cinematográfico, 1951 de Gualberto  Fernández periodista del diario Acción y que publicara en Travelling un compendio sobre lo que él entendió necesario detallar y a la vez omitir. Expresó 'El certamen constituyó para propios y extraños, éxito rotundo'. La lectura que se recoge de lo publicado marcaba en el Primer Festival realizado una buena parte de lo organizado a rever. Las palabras del delegado italiano Dr. Rancatti ante la consulta de Fernández  sobre ¿cuál era la diferencia entre el Festival de Venecia y el de Punta del Este? Obtuvo una respuesta contundente a atender:

- Venecia es una Muestra de Arte Cinematográfico y Punta del Este es un Festival Cinematográfico. Es decir, aquella es una exposición dedicada exclusivamente a los que se considera arte dentro del cine; y ésta es una fiesta donde tienen cabida todas las manifestaciones del cine.
En ambos actos, el jurado es totalmente italiano y aquí totalmente uruguayo. En ambos hay dos cines, pero el sistema difiere. En Venecia, el jurado ve el film por la mañana, sin público, con la asistencia solamente de los periodistas y el mismo film pasa por la tarde al otro cine, de mil ochocientas localidades, donde lo puede ver el público pagando mil liras la entrada.
El cine es arte e industria, nunca arte o industria. Aquí faltó y se nota la ausencia de propaganda: todo Punta del Este, todas las carreteras, todos los hoteles, todos los bares, y todos los frentes de las casas deberían tener afiches de películas, retratos de los artistas, etc.


CONCLUSIÓN

A manera de cierre, el artículo de HAT y sumo también el de Grompone, intentan ser una crítica pero educativa a la vez, como establece en su base el periodismo cultural.
Se  informa de lo ocurrido durante ambos festivales y esto permite conocer de mejor manera lo acontecido en una y otra edición que sirven  para ayudar a comprender situaciones. Por otro lado, también debería servir el trabajo realizado para cambiar, en lo posible, los errores cometidos.

Sin dejar de lado, sostiene Alsina Thevenet que ‘el cine es un fenómeno complejo, que combina arte e industria, vacaciones con intereses creados, no ya en una persona sino en la prolongación a empresas productoras, distribuidoras del material, circuitos de exhibición a menudo la variada censura’. Por tanto, y con ánimo de aporte habría que rever hasta la fecha lo que hoy se realiza casi setenta años después, para contar con festivales de cine de más alto vuelo.

Esto requiere sumar exhibiciones de contenido variado, artistas consagrados por su labor fílmica, además del glamur para  posicionar el balneario insignia uruguayo, durante todo el año en el sector. Hay buenos intentos, pero éstos requieren de mayor difusión y de públicos que generen un buen producto de desarrollo turístico.
En la actualidad gracias a esfuerzos varios, Uruguay cuenta con producciones audiovisuales premiadas en festivales internacionales que posibilitan visualizar la participación-país con un plus, dentro del sector cinematográfico que habría que aprovechar.                    

BIBLIOGRAFÍA

24 Ilusiones por Segundo. La historia de Cinemateca Uruguaya. 2013. Carlos María Domínguez. Editorial Cinemateca. Montevideo.

Visite Uruguay. 2012 (Del balneario al país turístico. 1930-1955. Editorial Banda Oriental) Nelly Da Cunha; Rossana Campodónico; y otros.

Turismo en el Uruguay.1969 (Nuestra Tierra. Vol. Extra. Montevideo 1969) Manuel Martínez Carril.


HEMEROTECA

(Tercer Festival, 1955).

Tercer Festival Cinematográfico de Punta del Este. 1955 (Film Nro.22, marzo de 1955). Homero Alsina Thevenet y Jaime F. Botett. En Publicaciones Periódicas. Lisa Block.

Festivales: Punta del Este. 1952 (Cine Club Nro. 13, junio de 1952). Antonio J. Grompone.

Historia de un gran Festival Cinematográfico. 1951 (Travelling en el Festival de Cine de Punta del Este. Impreso Prometeo). Gualberto Fernández.

Homero Alsina Thevenet, una historia de amor con el cine. El hombre que descubrió a Bergman. Manual de estilo Oriental. (Revista Radar. S/d.) Dolores Graña.

Llega el Festival de Cine de Punta del Este. 2011 (Semanario Voces. Montevideo, 7 de marzo de 2011) Amílcar Nochetti.

Festivales de Punta del Este. 2014 (Consulta a Fernando Goldsman. Punta del Este, 7 de noviembre de 2014)

Comisión Nacional de Turismo.1952 (Acta de 29 de julio de 1952) Ministerio de Turismo y Deporte.

Guía de Turismo del Uruguay.1953 (Federación Uruguaya de Turismo. Talleres Colombino, 1953)

 

L/D

www.cipetur.com