Lunes, 20 Octubre 2014

El tango invade el puerto de Montevideo

Los escritores Álvaro Ojeda y Miguel Ángel Olivera junto a la idea inicial del CIAT - Comisión Interministerial de Apoyo al Tango, integrada por representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores, de Educación y Cultura junto al de Turismo y Deporte presentaron en la Sede de Turismo el libro “ANTOLOGÍA, La nueva letra del Tango uruguayo", el pasado 15 de octubre.

por Ma. Elisa Fernández Delgado

Se hicieron presentes varios de los autores de letras y música de tangos, también se incluyeron de compositores nóveles, producto de un taller, y se bailó bajo los acordes fantásticos de “La Mufa” gente joven para letras nuevas.

Uno de los recopiladores de incluir las obras es Álvaro Ojeda quien expresó “El Tango es diablura escribió Borges, por tanto enaltece…” y Olivera que es la segunda parte del trabajo dijo “En el día de hoy, el Tango invade el puerto de Montevideo”. Estos tangos “son letras para cantar alto…”. Luego argumentaron sobre la conveniencia de esta recopilación, ya que hay un Tango de la primera época, el de las letras que casi todos conocen, el que habla del mundo del arrabal y el de las orillas cuchilleras cercanos a los prostíbulos; pero éste Tango cambió por el de los conventillos y el de los patios con parrales, hasta llegar al Tango de los salones donde se reunía la burguesía en ascenso, a pesar que en parte de Europa ya había sido legitimado.

Las tradiciones inventadas como las que se cuentan en los Tangos se diferencian de las costumbres, y sirven para unir a los integrantes de la comunidad frente a hechos similares que ellos sufren y padecen. El Tango habla de peleas, del momento amargo,  del encuentro y desencuentro, de la esquina del barrio, del bar donde la encontró a la mujer que le partió el corazón. En el Tango se mencionan las relaciones de jerarquía, no es lo mismo la señora que la mujer del piringundín; el chorro que el hombre trabajador. Por otra parte, son sus integrantes los que inculcan creencias sobre la forma de ser del malevo, la pobre madre que sufre, o el marido engañado por una mala mujer.

Son sistemas de valores y convencionalismos puestos en práctica, como si así debieran ser en realidad la vida.  
Pero este Tango ya no es,  porque hay personajes nuevos sencillamente hoy hay otros que se fueron construyendo y creando con el pasaje del tiempo. Los escritores dicen “Lo nuevo nos cuesta mucho… y tarda…por eso lo de la revisión de cuatro décadas, rastreando esa novedad que nos conmueva y nos enamore… Esta búsqueda culminó con un muestreo variopinto y valioso que - si no lo es – acaso acune “algo” venidero que lo sea, esa Nueva Letra que buscamos…”.

Y esto de hurgar por un Tango nuevo debía darse porque “El mundo había cambiado: el fascismo, el nazismo, la Guerra Civil española, la llamada segunda guerra mundial… El continente había cambiado: golpes de estado, dictaduras, guerra fría, invasiones, revoluciones…”. “El Río de la Plata había cambiado (…)”. El Tango había cambiado (…). Aquel “mundo estático” de aquel Tango se resquebrajó…” dice Olivera y Ojeda. “Ya nada era como antes. En el Tango tampoco.” “La Nueva Letra era como un reclamo que todos nos hacíamos; que el tango nos hacía…”.

“EL ÚLTIMO ORGANITO lo despidió Manzi en el 49… Aznar le dijo adiós a El ÚLTIMO GUAPO en el 58, Horacio Ferrer le dio su magistral extremaunción a LA ÚLTIMA GRELA en el 67 y Cátulo Castillo apagó, suavemente EL ÚLTIMO FAROL, en 1969, casi al borde de la parición de la Guardia Moderna y casi, casi al filo de  “la noche oscura en que se perdió aquello”…”, expresaron los escritores en esta recopilación tardía y oportuna.

“El Tango uruguayo, el Tango, en fin, es – en general – un bastión conservador; más allá de sus orígenes, surgido como expresión de sectores sociales marginales a la sociedad dominante, una especie de “voz rebelde” que se alzó en su época expresando su derecho a “ser diferente”, a tener su propia identidad, se convierte una vez canonizado el género, en un “relato inamovible”, circular, estancado (…)”.
“Termina siendo un escenario que, al no evolucionar, al negarse a los cambios económicos, sociales y culturales que lo determinan, un teatro aislado, ajeno al contexto que lo influye, resistente a toda transformación, conservador de lo ya no existente…”

Así pasaron décadas hasta encontrar aún hoy “tanguerías congeladas en el tiempo” “El panorama era de estancamiento y oscuridad para la sociedad toda, a la que no escapaba el tango y sus cercanías porque bajo el autoritarismo, el miedo y el silenciamiento cundían por el país”. Pasaron décadas hasta llegar a 1965 y dicen ellos, los que saben de Tango que fue “el Pepe Guerra quien (…) echa mano a un poeta mayor, Líber Falco (…) Dos años más tarde, el “Rubito” Lena (…) Pero en esta ANTOLOGÍA NO ESTÁN TODOS LOS QUE SON… NI SON TODOS LOS QUE ESTÁN… Decir Nueva Letra para el Nuevo Tango en el Uruguay es decir mucho…

El Tango uruguayo es requerido en las representaciones acreditadas en el exterior y es querido por el público visitante que llega al país, además del público que ya ha conquistado. Vale la pena este trabajo, ahora habrá que componer la música nueva para la Letra Nueva.

 

L/D

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