Sábado, 12 Abril 2014

Tocó pintar el cielo de San Gregorio de Polanco

El lanzamiento de actividades para la semana de turismo que darán cierre a los festejos por los veinte años del Museo Abierto de Arte Iberoamericano de San Gregorio de Polanco (MAAIS), se realizó en la Sede del Ministerio de Turismo y Deporte el viernes 4 de abril.

por Ma. Elisa Fernández Delgado

Antecedentes

San Gregorio de Polanco se fundó el 27 de noviembre de 1853, en tierras donadas por el General José Gregorio Suárez y el estanciero de la zona Juan Cardozo. Estas tierras contaban con un río angosto y de poco caudal que en época de los indígenas lo denominaban río Hum, al actual río Negro. La población que allí se instaló llamó al caserío “Gregorio” por quien donó las tierras, aunque también hacía honor al Santo católico del calendario religioso que era de estilo utilizar, de aquí deriva “San” y “de Polanco” es el Paso del mismo nombre que unía el norte y el sur o viceversa.

Décadas después, en 1945 se inauguró en Rincón del Bonete la Represa “Gabriel Terra” y San Gregorio pasó de tener un río de poco caudal a un caudaloso río, la consecuencia de esto llevó a inundar las zonas bajas y cambiar el paisaje existente.

Pero, con el pasaje del tiempo los árboles crecieron, la orilla retuvo la arena impuesta, y poco a poco, aquel pueblo se convirtió en balneario con costas al río Negro, con unos 20 kilómetros de playa. El cambio del paisaje les dejó a los vecinos zonas arboladas para disfrutar, un camping y un Hotel Municipal para recibir visitantes. Años más tarde se lo declaró pueblo (1965), hasta que se convirtió en ciudad (2003) con 3.673 habitantes (Fuente: INE)

Surge la idea de un cambio para San Gregorio

Cuando los vecinos mayores empezaron a quedarse solos en el pueblo porque los hijos se iban a estudiar a la capital, comprendieron que cada vez eran pocos los que regresaban porque algunos formaban familia lejos de su lugar de origen y otros  ejercían su profesión donde la oportunidad era mejor que lo que se conocía en el pueblo. Estas circunstancias, muchas veces eran justificadas porque en San Gregorio no había fuente de ingreso y tampoco era atractivo vivir ahí.

La versión formal cuenta que los vecinos conocieron la existencia de una localidad en Europa –Escariche- que fue pintada  por artistas latinoamericanos  exiliados en el viejo continente. Esto llevó a programar tareas similares en San Gregorio y a contactarse con dos pintores y un arquitecto en 1990.

Como en toda historia siempre hay dos versiones, la siguiente me la contó un almacenero del pueblo años atrás y quien además fuera presidente del Club de Baby Fútbol “Un matrimonio de San Gregorio fue a visitar a su familia en el norte de España. El pueblo se llamaba Pueblo Blanco pues las fachadas de todas las casas estaban pintadas del mismo color. El problema que los llevó a idear aquello, eran prácticamente las mismas causas que padecían en San Gregorio. Pero el pueblo que tenían hoy era muy pintoresco, con movimiento propio gracias a los visitantes que viajaban a conocer aquello, no sólo del extranjero sino también de su país. Una cosa los fue llevando a otras y este cambio de fachada y de hacer algo todos juntos, les permitió desarrollar una actividad turística, además de crear una fuente de ingreso propia”.

Sea la versión que sea, ambas hablan de aggiornar la comunidad donde viven, porque de seguir así desaparecerían, y por esto, y entre todos decidieron apostar a un cambio para San Gregorio.

Primer Museo abierto de artes visuales del país y único de América Latina

Como ya expresara varios son los que se ponen a trabajar en el proyecto que cambiará la vida de San Gregorio. Convencidos que había que modificar aquella realidad con el apoyo de los vecinos, la Junta Local, de la Intendencia de Tacuarembó, los técnicos del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU) y desde Montevideo el Arq. García Pardo y los artistas Clever Lara y el “Tola” Invernizzi se sumaron a la puesta en marcha.

En la Semana de Turismo de 1993 lograron la transformación cuando concretaron 26 obras, de 56 artistas participantes. Pintaron paredes y muros de la ciudad que ya no era, porque a partir de entonces alcanzaron los objetivos que se propusieron. Generaron un turismo fuera de la temporada de “Sol y playa” y cada día llegan excursiones de todos lados para recorrer las calles, apreciar las obras y el colorido que imprime cada artista en las casas de los vecinos, en las plazas y en los edificios públicos también. Cuentan con una comunidad comprometida con la causa y sobre todo, generadora de orgullo local y sentido de pertenencia en todos los polaqueños.

En la primera etapa llegaron artistas lugareños y a nivel país; al año siguiente surgen otras obras como el tanque de OSE del taller de Clever Lara que es un ícono de San Gregorio. En la actualidad y luego de quitar la pintura al tanque porque el clima la estropea bastante, lo han solucionado con un ploteo. También, el artista plástico de Tacuarembó Gustavo Alamón plasmó una de sus obras y dice sobre lo que ve ahí “San Gregorio es el más claro ejemplo de cómo un hecho cultural, es capaz de cambiar el desarrollo de una población”.

Ahí también plasmó su obra en San Gregorio el señor de los soles, Carlos Páez Vilaró y pintó su arte igual que muchos otros que resultaría imposible nombrar. Año a año, se han incorporado obras y artistas. En 1996 participaron plásticos latinoamericanos que dieron carácter internacional a la muestra, entre ellos: Carlos Colombino (paraguayo), Gastón Ugalde (colombiano), Felipe Ehrenberg (mexicano) y aquí nacen también los murales de interior. Años más tarde se suman: Gertrud Magnusson (danesa), Alejandro Bernaldo Quiroz (argentino) y Noel (chileno).

A partir de un bajo relieve que realizó el tacuaremboense Andreoli llegó la  expresión escultórica y desde 1999 en adelante con Octavio Podestá, Ana María Poggi, Guillermo Bush se consolidaron las esculturas. Este fenómeno ha transformado la ciudad, los vecinos, y también al movimiento muralista del país que volvió a renacer. Años atrás se había desarticulado cuando se fue el maestro de la escuela constructivista, Joaquín Torres García. Por lo visto, este lugar es algo más que un desarrollo turístico-artístico porque según lo expresan los vecinos demuestra ser un hecho cultural. La sociedad despertó el quehacer de la cultura entre todos, San Gregorio hoy tiene una comunidad  con iniciativa, tiene talleres creativos y vecinos que cuidan las obras pintadas en sus casas y todo esto ha hecho que San Gregorio sea el referente de los Museos a Cielo Abierto en el país y en el mundo.

A partir de 2009 los vecinos reconsideraron lo actuado y ampliaron el espectro dieron participación a toda Iberoamérica, por esto se denomina Museo Abierto de Arte Iberoamericano de San Gregorio y se lo representa simbólicamente con  la sigla MAAIS. Luego se firmó un acuerdo para convocar a los artistas de los continentes involucrados a través de los representantes extranjeros. La ciudad cuenta en la actualidad con más de 100 murales pintados en los frentes de las casas. Los temas son de pintura, dibujos y murales, algunos son realistas y otros abstractos, algunos simples y otros más complejos; además de las esculturas.

Lanzamiento de actividades en Semana de Turismo 2014

Estuvieron presentes en Montevideo el alcalde Sergio Texeira del Municipio de San Gregorio, representantes del Museo Abierto de Artes Visuales de la ciudad, grupo de residentes en Montevideo oriundos de San Gregorio, artistas plásticos locales y medios de prensa locales y de Montevideo, acompañados por el Asesor del Mintur, Sr. Eduardo León Duter.

Expuso el programa de actividades el artista plástico local, Carlos Larregui quien dijo “Desde la semana de turismo del año pasado nos abocamos a trabajar para celebrar los veinte años del Museo Abierto. Tomamos como referencia el 2013 para realizar diferentes eventos culturales, pero además, asumimos el compromiso de tratar de lograr veinte murales más”. “Hay diez nuevos murales realizados y en la semana de vacaciones de Turismo, llegarán varios artistas a plasmar su obra en San Gregorio. Vienen desde Brasil, Argentina y uruguayos” afirmó Larregui. “Los tres primeros días se convoca a los vecinos y visitantes que lleguen a la ciudad a construir cometas de colores. La consigna de este año será pintar el cielo”. “Habrá talleres para construir las cometas, una exposición con todas ellas y después se hará la remontada con la familia y los turistas”.

“Se aprovechará esta instancia para homenajear a Páez Vilaró. Era un pintador de soles, por lo cual vamos a poner papeles a las cometas que vayan hacia el sol. Este es el homenaje del San Gregorio muralístico que se rendirá al pintor”. También hay actividades programadas para el resto de la semana santa: motocross, exhibición de aeromodelismo, lanzamiento de la galleta “María sentada”, degustación de dulces artesanales y teatralización del Vía Crucis”. “El cierre será el viernes, con varios artistas plásticos que llegarán a San Gregorio para hacer el caballete”. “Se busca hacer un recordatorio a todos aquellas personas que participaron de la creación del Museo a cielo abierto del pueblo”. Habrá espectáculo artístico, entre ellos Alejandro Balbis, conjuntos de música tropical. Auspicia: Minturd; Intendencia de Tacuarembó y varias  empresas locales, culminó Larregui.

La Alfombra Integradora

Liliana Tarigo artista plástica de San Gregorio comentó ante la consulta ¿en qué consiste la Alfombra? “El año pasado en turismo se hizo la Alfombra integradora y se pintó un tramo de la calle principal Gral. Artigas, unos 150 metros, aunque parte de ésta obra hoy ya desapareció fue una actividad genial en honor a Julio Uruguay Alpuy”. La idea surgió entre ella y la chica que está en el Hotel Municipal “Los Médanos” Cristina. Descubrieron vía Internet que en México festejaban con flores, en países centroamericanos en ceremonias religiosas con ceniza y en nuestro caso –con pocos recursos-  se nos ocurrió pintar con tiza la calle principal”.

foto: humbral.blogspot.com

Pero, el día que citaron a los gerentes regionales de la empresa de pintura INCA, por temas de los murales - como la empresa siempre nos ayuda - le extendimos sobre la mesa de reunión el croquis de lo que pensábamos hacer. Quedaron impactados con el proyecto y se comprometieron con la pintura. Con los vecinos  armamos un equipo para concretar la alfombra, aunque en un primer momento se llamó la “Alfombra Voladora” se cambió por “Alfombra Integradora” ya que toda la gente quería participar”, comentó Liliana.

Muchos grabaron la etapa previa del trabajo y las jornadas que llevó terminar aquella propuesta. Después lo colgaron en YouTube. INCA repicó el material para los ejecutivos de la empresa que están en Holanda y como su consigna es “Llevar el color a la gente” se cumplió al participar más de 1500 personas, niños, adultos mayores sólo se les oía decir de vez en cuando “quiero rojo, quiero azul”. “¡y nadie se peleó!” agregó Liliana.

Este proyecto, se repica en varios países de Europa con éxito. No está demás reafirmar  que la idea surgió en San Gregorio de Polanco de Uruguay, un país chico con una comunidad creativa.

L/D

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